¿Quieres dormir?

En este artículo voy a responder a las preguntas más comunes sobre el sueño y, además, a regalarte una historia que me permitió aprender a enseñar cómo descansar adecuadamente.

Hola, corazón mío, y mil gracias por sumarte a este artículo. De veras espero que te guste, y que no te resulte aburrido, o tedioso.

Antes de que empieces a leer, me gustaría decirte que he creado un vídeo sobre este tema. Este artículo es una “versión extendida” de las cosas que hablo en ese video y, tal vez, es un poco más técnico.

Si aprendes mejor a través de lo visual, te recomiendo ir a verlo. Lo tienes aquí:

Dicho esto, tengo una serie de cosas que decirte con el sueño, y voy a hacerlo contándote una historia

¿Te parece? Pues vamos allá.

“Andrés abre los ojos pausadamente, notando el incesante martilleo de sus venas en el cráneo, mientras el estridente timbre de su alarma le irrita. Con un golpe apaga el despertador, con otro enciende la luz.

Sus ojos están secos, su boca; pastosa. Tiene las sábanas replegadas en un guiñapo a los pies de su cama y puede sentir, perfectamente, el desagradable frescor de su almohada impregnada en sudor.

Andrés se levanta, como todos los días, recordando el oscuro gris del techo de su habitación, camuflado entre sombras a las que se acostumbra después de pasar horas intentando dormirse, salvo cuando el blanco de la pantalla de su móvil le quema las retinas en los momentos que, recurre a tik tok para encontrar una somnolencia que nunca llega.

Ese día se nota más extraño y entumecido de lo habitual así que, tambaleándose hasta la cocina, descarga un sobre de café en una taza sucia de ayer y la llena de agua. La encierra en el microondas, que le lanza notas sutiles de comida precocinada y la observa girar.

Mira su móvil, se le hace tarde, así que se ducha rápido y se arregla como puede. Hoy no le da tiempo a afeitarse. Saca la taza de café, la remueve un poco y para adentro.

-“Ya soy persona”- Piensa para sí mismo mientras deja la taza sobre la mesa de la cocina y sale corriendo, comprobando si tiene el móvil y las llaves.

Andrés llega hasta el portal. Abre como todos los días y se dirige hacia el paso de peatones que está en frente de su casa, mientras mira el teléfono, a ver si tiene alguna llamada del jefe, aún notándose medio dormido.

Lo último que escucha mientras cruza en rojo es el chillido de los frenos de una furgoneta.

Lo próximo que vio fue a la doctora en el hospital.

Lo primero que hizo al salir fue llamarme para que le enseñase a descansar.

Andrés, aunque no se llama así, fue cliente mío y vino con una historia muy parecida a esta. Evidentemente, Ni se llamaba Andrés ni la historia discurre exactamente así pero, a lo largo de su viaje de aprendizaje, hizo una serie de preguntas que, creo, son comunes a mucha gente.

Aquí vas a encontrar la respuesta a esas preguntas.

 

¿QUÉ HAY QUE HACER PARA PODER DORMIR?

Mira, para poder dormir lo que necesitas realmente es una estructura diaria bien elaborada. No es solo cosa de seguir una suerte de A B C infalible, ni tampoco “caer dormido” con un ejercicio de respiración que te asegura dormirte en 2 minutos porque los soldados lo utilizan.

Dormir es, en efecto, un proceso de reparación complejo, que requiere de una serie de elementos que se hacen presentes en tu organismo a lo largo del día.

Es un poco como lo que le pasa a las plantas. Necesitan la luz del sol durante el día para desarrollar una serie de procesos y luego, ya harán otros durante la noche.

En tu caso es igual y, por norma general, los elementos que necesitas para dormir adecuadamente se engloban en los que siguen:

-Una buena alimentación

-Ejercicio físico

-Un buen espacio que facilite el descanso

-Tiempo de reflexión e introspección

Si, ya sé que al ponértelos así, tal cual, no parece que se pueda entender muy bien nada y todo parece enormemente lógico.

Supones, muy ciertamente, que para escribir esas cinco chorradas no hace falta una carrera. Y tienes razón. Por eso voy a explicarte la razón de que cada uno sea importante.

-Una buena alimentación

Regula tu capacidad para generar encimas y agentes facilitadores de la segregación de melatonina, así como permitir la regeneración muscular y de la piel gracias al fácil acceso a proteínas de calidad.

En otras palabras y para que me entiendas, imagínate la buena alimentación como un portero de discoteca. Si está presente, permitirá que las personas adecuadas entren al recinto y expulsará a aquellas que van a fastidiar la fiesta al resto. En otras palabras, es un “facilitador” de que todo funcione como debe.

En tu cuerpo pasa igual. Si facilitas la segregación de serotonina y melatonina, estarás predispuesto a tener un gran descanso.

Nota: la melatonina es la hormona que induce al sueño y se genera en un área de tu cerebro conocida como glándula Pineal. Esta glándula utiliza la presencia o ausencia de luz solar como referencia para generar la hormona.

Si quieres estudiar más específicamente qué tipo de alimentos pueden facilitar tu sueño a lo largo del día, como pueden ser las alubias, las papas o las nueces, te recomiendo encarecidamente leer el documento en sueño y alimentación de la doctora en farmacia María José González Corbella. Documento que te dejo enlazado al final de este artículo.

Ejercicio físico.

El ejercicio físico es indispensable si quieres descansar adecuadamente. Ten en cuenta que el descanso es, precisamente, un proceso de reparación.

De hecho y como dato interesante; se cree que el 80% de tu hormona del crecimiento se genera durante el sueño. En otras palabras; si estás entrenando, durmiendo es cuando construyes la mayor parte de tu regeneración.

No solo esto, sino que el agotamiento físico facilita que se inicien procesos de reparación al requerir éstos del propio cuerpo, por no hablar de que un peso adecuado y una buena musculatura facilitan la respiración y previenen procesos de apnea del sueño.

Vamos, que entrenar no sirve solo para liberar endorfinas, reducir tus niveles de cortisol, regular el estrés y aportarte beneficios relacionados con la autopercepción, sino que licitan los procesos de reparación al haber tenido un impacto de consumo sobre tu cuerpo.

Espacio que facilite el descanso

Esto lo explico extensivamente en el vídeo. Te recomendaría ir a verlo allí directamente, para no repetirme.

Tiempo de reflexión e introspección.

Una de las cosas que hace tu cerebro mientras duermes es eliminar y asentar recuerdos. Como en la película “inside-out”

O “Del revés” si estás en España

O “de vuelta y media parriba y para abajo saltando en mi gusarajo” si estás en América Latina.

Nah, en verdad la llaman “intensamente”. Pero para el caso…En fin, que no me lea mi mujer. Que me protejan los dioses nórdicos de dragones y mazmorras.

Sin embargo y bromas aparte, tienes que comprender que la eliminación y adecuación de tus recuerdos se produce durante el sueño y, por hacerte un gran resumen, esto viene a decir que, aunque estés dormido, tu cerebro está trabajando activamente en las cosas que te han ocurrido y, por supuesto, va generando conexiones.

Cuanto más digeridas de forma consciente tengas tus experiencias y aprendizajes, más liviano será el proceso de asimilación, por decirlo de alguna manera.

Si a lo largo de tu día no tienes un espacio de reflexión, en el que poder asimilar de forma consciente los aprendizajes o sucesos que te han acontecido, lo más probable es que, por desgracia para ti, lo encuentres en el momento de irte a la cama.

Más que nada porque es un espacio probablemente silencioso, tranquilo y…bueno, salvo que hables en voz alta, que da pie a la reflexión.

Sin embargo, si has hecho antes este proceso, no te hará falta relacionar el momento de dormir con un espacio de reflexión en el que ponerte a pensar, sino que será el final de un día en el que desconectar y repararse.

¿QUÉ HACER SI NO PUEDO DORMIR?

No poder dormir, siempre que no se corresponda con una causa clínica mayor, que debería diagnosticarte un médico, estará normalmente relacionado con dos cosas:

Una mala relación contextual

Es decir, que has relacionado tu espacio de descanso con otra actividad que requiere vigilia y energía por parte de tu cerebro.  

Ya te he contado en otras ocasiones, que nuestro cerebro relaciona los espacios en los que vivimos a ciertas actitudes o comportamientos.

Por eso, por ejemplo, no te tiras eructos guturales cual dromedario diarréico, en un entierro.

Esto mismo pasa con el lugar en el que descansas. Últimamente acostumbramos a pasar mucho tiempo de ocio en redes sociales, viendo videos cortos, jugando al ordenador o la consola y similares, todo ello en el mismo espacio en el que dormimos.

No es raro imaginarse la habitación de una persona promedio como un habitáculo en el que hay una cama y un escritorio.

Y aún te digo más, no tiene por qué ser ocio, puede ser trabajo, ya que en esta época de nuestro país y sociedad, tenemos tendencia a hacinarnos en ciudades y alquilar habitaciones porque, bueno, digamos que no nos da por norma general para alquilar pisos salvo que tengas pareja y ésta también trabaje.

En otras palabras; si tu espacio de descanso es, también, tu espacio de trabajo, tienes un problema.

Una mala construcción del espacio.

Si tu espacio no está construido para el descanso, también vas a tener problemas.

Si quieres saber qué elementos inducen a un buen descanso, en el video que he creado para ti tienes una sección en la que hablo de eso mismo.

Ey, no me culpes, tengo que generarte curiosidad, que para algo me he pegado el curro de grabarlo XD.

Pero te doy una pista: fíjate en lo que hacen en centros de masajes y spá cuando diseñan el espacio y luego compáralo con el tuyo. Entenderás a qué me refiero.

¿Y entonces, qué tengo que hacer si no puedo dormir?

Ya sea porque estos elementos han provocado que no puedas dormir, o porque alguna preocupación te está atormentando, te recomiendo que hagas lo siguiente:

Paso 1: levántate de la cama y vete a otro espacio de tu casa. No relaciones la cama con un lugar en el que tienes dificultades para dormir

Paso 2: haz alguna actividad ligera, como por ejemplo leer, adelantar tareas pendientes o dale vueltas al tema que te preocupa, buscando soluciones.

Paso 3: asume que esto que te está pasando tiene que ver con la forma en la que te has organizado y no solo con la noche en general. Empieza a cambiar tu espacio y la forma en la que te relacionas con él para facilitar descanso en días posteriores.

Paso 4: busca espacios de reflexión en tu día a día y prohíbete a ti misma realizar en tu cama actividades que no sean, básicamente, descansar.

Menos hacer el amor o tener sexo, eso puedes hacerlo en tu cama y, bueno, deberías, ahora que lo pienso, ya que liberarás un montón de endorfinas y relacionarás ese espacio con placer.

Y si para ti el sexo o hacer el amor no son sinónimos de placer…entonces supongo que puedes verte mis videos sobre el tema. Aún no los tengo, pero seguro que el Carrot del futuro se pondrá a ello.

¿CÓMO CONCILIAR EL SUEÑO EN DOS MINUTOS?

Mira, si buscas por internet, encontrarás un montón de videos con un paso a paso que te muestran ejercicios de relajación para dormirte en dos minutos.

Yo no voy a darte un ejercicio. Voy a darte el por qué. De esta manera, podrás desarrollar tus propios ejercicios.

Esta forma de trabajar es la que aplico en mi escuela emocional, por cierto, donde podrás encontrar talleres, consultas individuales, estrategias para padres y madres y grupos de estudio reducidos. Te la dejo por aquí:

https://carrotadventure.com/

Mira. Quedarse dormido funciona tal que así:

Tú llegas a un espacio tranquilo y seguro, relacionado con descansar (esto lo tienes porque has aplicado lo que has aprendido en otras secciones de este artículo)

Después, te acuestas en la cama. Y no sobrepiensas, porque has aplicado lo que has aprendido en otras secciones de este artículo.

Y después aplicas lo que sabes sobre la inducción al sueño que, entre otras cosas, es la liberación de melatonina, la bajada de tu ritmo cardíaco y de tu temperatura corporal.

Vamos, que te aseguras de estar fresquito y de hacer algún tipo de ejercicio que te ayude a mantener la concentración en un proceso soporífero. Por eso la gran mayoría de ejercicios que encuentras por ahí incluyen música, concentrarte en partes de tu cuerpo o respirar profundamente, aguantar y luego soltar.

Dormirse en dos minutos es, básicamente, resultado de todo un proceso de asimilación del espacio de descanso y la facilitación de un proceso de relajación consistente.

Sé que igual esta parte te parece extraña, pero es que yo no estoy aquí para regalarte los ojos diciéndote lo que quieres escuchar y poniéndote una suerte de ejercicio random para que te relajes como si estuvieras en una clase de yoga.

Dormirse en dos minutos es básicamente un síntoma. Un síntoma de que estás haciendo una serie de cosas bien, de que has alcanzado un cómputo global saludable y enriquecedor de tu descanso, y de que has dejado de ser esa persona que llora porque no puede dormir pero está hasta que se acuesta mirando la pantallita del teléfono.

UNA BREVE REFLEXIÓN.

Mira. Dormir bien está en tu mano, eso es lo bueno, salvo que tengas algún tipo de trastorno clínico y físico que te impida segregar las hormonas necesarias.

Esto es estupendo, porque quiere decir que si te pones las pilas y organizas tu día a día como es debido, vas a conseguir dormir a pierna suelta, pero claro, esto es algo que requiere esfuerzo y sacrificio, porque hoy en día lo que la sociedad te pone en bandeja de plata no es precisamente saludable.

Así que…¿Qué decirte? Depende de ti, corazón. Si estás dispuesta a aguantar el tirón y echarle un par de cojones, te irá bien, si no…pues nada, seguirás con las pastillas de melatonina y los suplementos de magnesio o lo que se le ocurra al médico de cabecera de turno para quitarte de en medio rápido.

Con esto no quiero decir que no vayas al médico, que no creas en la medicina o similares. Lo que intento decirte es que, si no tienes una enfermedad, entonces el recurrir a suplementación es renunciar a lo que podrías hacer a través de tu conducta.

El poder está en ti, que decidas utilizarlo o no, ya no hay artículo que te lo facilite.

O tal vez sí. Pensaré en algo mientras sigo escribiendo como el puto amo.

Nos vemos por la vida

Carrot.

 

El artículo que te menciono: https://es.scribd.com/document/529516599/la-alimentacion-y-el-sueno

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

Pérez C. Los alimentos y el sueño. Barcelona: Masson; 2003.

Borbély, A.A. A two process model of sleep regulation. Hum. Neurobiol. 1982

Achermann, P. The two-process model of sleep regulation revisited. Aviat. Space Environ. Med. 2004

Bodziony, V.; Stetson, B. Associations between sleep, physical activity, and emotional well-being in emerging young adults

Implications for college wellness program development. J. Am. Coll. Health 2022

Ferrie, J.E.; Shipley, M.J.; Akbaraly, T.N.; Marmot, M.G.; Kivimäki, M.; Singh-Manoux, A. Change in sleep duration and cognitive function: Findings from the Whitehall II Study. Sleep 2011

Hauri, P. Sleep Hygiene, in Current Concepts: The Sleep Disorders

Hauri, P.J. Sleep Hygiene, Relaxation Therapy, and Cognitive Interventions, in Case Studies in Insomnia; Springer: Berlin/Heidelberg,

Germany, 1991

Chow, C.M. Sleep and Wellbeing, Now and in the Future; Multidisciplinary Digital Publishing Institute: Basel, Switzerland, 2020.

Christensen, M.; Bettencourt, L.; Kaye, L.; Moturu, S.T.; Nguyen, K.T.; Olgin, J.E.; Pletcher, M.J.; Marcus, G.M. Direct measurements of smartphone screen-time: Relationships with demographics and sleep.

Twenge, J.M.; Hisler, G.C.; Krizan, Z. Associations between screen time and sleep duration are primarily driven by portable electronic devices: Evidence from a population-based study of US children ages 0–17.

Caddick, Z.A.; Gregory, K.; Arsintescu, L.; Flynn-Evans, E.E. A review of the environmental parameters necessary for an optimal sleep environment. Build. Environ. 2018,

Okamoto-Mizuno, K.; Mizuno, K. Effects of thermal environment on sleep and circadian rhythm. J. Physiol. Anthropol. 2012

Qué es la Autoestima: Desentrañando el Misterio de Tu Valor Personal

Qué es la Autoestima: Desentrañando el Misterio de Tu Valor Personal

Hoy vamos a sumergirnos en el tema favorito de quienes saben que te quieres menos que a un pedo con sorpresa; la autoestima.

Básicamente, el mágico resultado de tu capacidad para autopercibirte y valorarte.

Prepárate para un viaje revelador y un montón de gilipolleces más que en teoría tengo que poner aquí para que tu cerebro embobado preste atención y leas durante más de 5 minutos seguidos.

¿Qué es la Autoestima?

Primero, aclaremos qué es la autoestima. No te preocupes, aquí no te venderé tacitas de autoengaño.

La autoestima es, sencillamente, el valor que te das a ti misma.

Pero, ¿cómo llegamos a valorarnos? ¿Qué procesos están detrás de esta sensación tan influyente en nuestras vidas? ¿Cómo es que concluimos si nos gustamos o no? Vamos a desglosarlo.

El Autoconcepto: La Raíz de la Autoestima

Para entender la autoestima, primero debemos hablar del autoconcepto.

Verás, cara boina, resulta que cuando eras una bebesita preciosa sin ninguna preocupación, a tu cerebro le dio por irse desarrollando hasta conseguir percibirse a sí mismo en el mundo como una entidad individual, pero parte de todo lo demás.

Y luego, una vez tuvo esto, siguió avanzando durante años analizando las piezas que te componen como individuo, hasta ir sacando conclusiones de quién eres y qué elementos te parecen importantes, qué habilidades tienes y cuáles no y bueno, un largo etc.

Por cierto, cuando eres adolescente es que explota el desarrollo de la identidad. Por eso todas somos básicamente insoportables en esa época, porque para desarrollarnos como individuos tenemos que apartar lo que otras personas creen que deberíamos ser o esperaban que fuésemos.

Piénsalo así: si te pregunto ¿quién eres?, lo que te define, probablemente te vengan a la mente ciertos aspectos de tu vida o tu forma de ser.

Eso es el autoconcepto. Es una dimensión cognitiva, no emocional, son “datos objetivos” de cosas que, tú, consideras, te componen como persona.

Los Tres Bloques del Autoconcepto

El autoconcepto se divide en tres grandes bloques:

  • Bloque Social: Cómo te ves en relación con los demás. ¿Te consideras alguien con habilidades sociales, atractivo, amigable?
  • Bloque Laboral: Tus logros y habilidades en el ámbito profesional. ¿Te ves como una persona trabajadora, capaz?
  • Bloque Personal: Aquí entran tus ideas sobre tu identidad, filosofía de vida, roles, estrato social, y afiliaciones políticas.

Estos bloques se ven teñidos por experiencias pasadas, el presente y expectativas futuras. Y una vez tienes todo eso en mente, como siempre y con casi todo en esta vida, porque eres una pesada que de todo tiene que opinar, pues, sí, te da por opinar de esto también.

Y la opinión que tienes de esto, se convierte en tu autoestima. Es decir, qué opinión tienes sobre las piezas que te componen o cuánto valor le das a esas piezas.

No he terminado de abrirte la mente, dame dos minutos más y te dejo volver a perder tu tiempo mirando a gente cortando césped o alguna mierda de esas que te guste hacer.

La Autoestima como Conclusión

La autoestima es básicamente cómo valoras este autoconcepto. Según Brander y Reasoner, la autoestima se basa en dos grandes percepciones: la percepción de competencia y la percepción de valor.

Se trata de evaluar si los rasgos de tu autoconcepto son útiles para tener éxito y prosperar. Luego, compara esta competencia con tus expectativas y las de tu entorno, estableciendo así tu valor.

En otras palabras y para que me entiendas. La autoestima no te percibe como a un colega y se pone a pensar si le caes bien o no. Lo que está intentando evaluar es, si comparada con lo que esperabas ser o lo que se espera de ti, estás a la altura o no. Dependiendo de la respuesta, tu autoestima va a aflorar o va a dictaminar que eres basura.

Cuando enfrentamos situaciones como hablar en público o una evaluación laboral, nuestra autoestima entra en juego. Evaluamos nuestra competencia basándonos en experiencias pasadas y cómo nos vemos en el futuro.

La Autoestima y el Tiempo

Un aspecto clave de la autoestima es cómo nuestras valoraciones están influenciadas por nuestras experiencias y nuestra perspectiva futura. Por ejemplo, al enfrentar un examen importante, podrías recordar tus éxitos o fracasos académicos pasados y verlos como un indicador de tu capacidad actual.

Y esto si lo piensas es lógico porque, bueno, tu historial viene a ser básicamente una medida más o menos eficaz para medir si has tenido éxito en empresas similares a las que estás emprendiendo en el presente o las que esperas emprender en el futuro.

Como cuando tu madre te recuerda toda la vida que de adolescente eras una desordenada, aunque seas Marie Kondo.

Las experiencias pasadas importan para predecir tus capacidades.

Baja Autoestima: Más Allá del Desagrado Personal

Hablar de baja autoestima suele implicar que no nos queremos, pero en realidad es más complejo. Se trata de no ver nuestras capacidades como útiles para lograr nuestras metas. No es tanto desagrado hacia quiénes somos, sino más bien una conclusión de que no somos capaces de enfrentar retos importantes.

Una pregunta profunda que podría ayudarte en este proceso de autoevaluación es: ¿Cómo tendría que ser para sentir que tengo valor? Reflexionar sobre esto y perseguir esa transformación puede ser un camino revelador hacia mejorar tu autoestima.

O puedes ponerte en plan “is qui yi ni sí qui tingui qui hicir piri sintir qui tingi vilir” porque no te has aprendido a revisar “hacia adentro” Pues bueno, en ese caso tampoco pasaría nada, porque te puedes apuntar a mi consulta aquí:

Consulta mólona

“is qui yi ni crii in li psiquiligii”

Bueno, pues apúntate al newsletter porque es donde te enteras de todo lo bueno primero que nadie.

Conclusión

Me toca los creaniños poderosamente toda esta farsa que tenemos montada hoy en día alrededor de la autoestima.

Que si quiérete, aunque seas básicamente un saco de mierda, que si lucha contra quienes te oprimen, porque tú lo vales, aunque no te aportes a ti misma ni media nota positiva, que si blablabla bliblibli, podría pasarme horas reventando argumentos falaces, y lo haré, pero coño, cobrando en algún momento.

Total, que como aquí parece que la autoestima simplemente es apreciarse más, cosa que NO es, pues así nos va, nos pasamos el día esperando el chute rápido de dopamina de las redes sociales y sus derivados cancerígenos como lo son el marketing de vacaciones y demás, siempre a la espera de la cosa nueva que llene el vacío en nuestras vidas que está dejando, precisamente y entre otras cosas, dedicarle tiempo a estas grandes empresas que no buscan de ti más que tu tiempo e interacción.

Como si fueras una ratita de skinner, blanca con los ojitos rojos de tanto mirar la pantalla.

Qué mona, consumiendo hasta consumirse, es casi poético.

Poético mis huevos.

La autoestima no es solo un sentimiento superficial de valoración personal; es un complejo entrelazado de percepciones, experiencias y expectativas.

Así que la próxima vez que te mires al espejo, recuerda: no se trata de gustarte o no, se trata de percibir que eres útil y tienes las herramientas necesarias para cumplir tus metas.

¿No las tienes? Desarróllalas, y ya verás como todo mejora.

¿Las tienes, pero no las valoras? Ven a consulta, o mírate mis vídeos y aprende a romper expectativas tóxicas.

¿Las tienes y las valoras? ¿Qué cojones haces aquí? Deja de autoengañarte.

En fin, te quiero a rabiar, ya lo sabes.

Nos vemos por la vida.

Cómo Organizar tu Mierda para Poner tu Mente en Orden

Cómo Organizar tu Mierda para Poner tu Mente en Orden

Bienvenido al caos, al santuario del desorden que llamas hogar.

Hoy no estamos aquí para acariciar egos ni para venderte la próxima filosofía de vida de un gurú de autoayuda.

No, estamos aquí para enfrentar esa montaña de “cosas” que, hasta ahora, has llamado decoración creativa.

Este es tu despertar para poner en orden tu mente… y tu armario, o el espacio de tu casa que más se aproxime a algo que pueda aportarte un beneficio cuando está organizado.

El Reflejo del Orden: ¿Qué Dice tu Montaña de Ropa Sobre Ti?

El orden es más que una estantería de Instagram; es el reflejo de tu disciplina mental.

Y a veces de tu “estado” pero, si te soy sincero, eso de que el entorno es un reflejo de cómo nos sentimos interiormente es una gilipollez.

No, en serio, las personas perfectamente felices pueden ser desordenadas.

Me las imagino prístinamente llegando de fiesta, de estar en un parque de atracciones con amigos o de una reunión de juegos de mesa y soltando toda la ropa en el sofá para tirarse en la cama y olvidarse de tener organizada la casa.

Lo del “estado mental” te lo venden para que creas que felicidad = orden y compres sus mierdas de cursos.

Disciplina si, eso sí.

Si estás viendo este artículo, posiblemente aspiras a algo más que simplemente pasar la aspiradora. Hablamos de un orden que no solo limpia superficies, sino que también despeja tu mente porque, por lo que sea, te gustaría que tu entorno estuviera más ordenado, pero no eres capaz de mantenerlo limpio.

Bueno, pues para eso tienes que saber un par de cosas antes de poder cambiar y es que, querida mía, si no te enteras de cómo funciona algo, lo lógico es que no sepas transformarlo.

El Origen del Desorden: Un Viaje al Centro de la KK

¿Alguna vez te has detenido a pensar en el porqué de tu propio caos?

El desorden no surge de la nada; es el resultado acumulado de decisiones pospuestas, de la procrastinación convertida en una forma de arte.

Es un síntoma, un grito silencioso de que algo más profundo necesita atención.

Tan profundo como a ti te gusta, bandida.

Nah, ahora en serio, lo cierto es que el desorden no es más que una muestra de que no estás ordenando. Y ya.

Cuando te pregunto por el origen de tu desorden lo hago más para que, tú, te pares un momentito a pensar en dónde puede estar la fuente y vengas con ideas locas como “es que mis chakras no están alineados” o “es que mi mente es un caos y yo también uwu” o vete tú a saber qué movidas te estás montando en la cabeza.

Tu desorden indica… Que no estás ordenando, y ya está.

La razón es que no has desarrollado rutinas que le permitan a tu cerebro entender que ordenar es beneficioso.

Vamos que la culpa es de tus padres.

Jaja, corre a decírselo y me mandas una foto de su reacción.

Que no, que es en serio, todo tiene que ver con que tu cerebro no percibe que ese orden tenga una recompensa. Por eso cuando tienes visitas sí que recoges, porque ahí sí que la hay.

En fin, tú sigue leyendo y hazme caso.

El triángulo del orden: Lo que te falta para ordenar.

Esto va así:
Tú quieres ordenar. Vale, esto lo sabemos, pero cuando piensas en ponerte a ello te da un perezón tremendo o, tal vez, algún día tienes un arranque increíble, lo dejas todo perfecto y a los tres días, tu caos ha vuelto.
Y entonces no entiendes qué pasa. Pues bien, la verdad es que es muy sencillo, estás intentando meterte en el coche sin un destino y darle lógica al hecho de querer utilizarlo.
Me explico; el caso es que tu cerebro no hace cosas sin una razón de peso. Más que nada porque hacer cosas requiere de energía y, al contrario que tú con las relaciones que has tenido, resulta que a tu materia gris sí que le gusta recibir cosas a cambio de su esfuerzo.
Sé que estás pensando en la relación que esto puede tener con un triángulo. Si me das un minuto, te lo cuento. Y si no, siempre puedes trabajar tu falta de paciencia conmigo en mi consulta.
(Link a la escuela)
Imagínate lo que puedo hacer contigo en persona si te las cuelo así de fácil por escrito.
En fin, a lo que iba. El caso es que tu cerebro, como iba diciendo, no te da energía (lo que tú llamas motivación) si detecta que las conductas que estás ejerciendo no te llevan a ninguna parte.
Como cuando te subes a un coche pero no tienes a dónde ir y entonces, te das cuenta de que no tiene sentido que te hayas metido ahí para empezar ¿ves cómo todo cobra sentido cuando me dejas hacer mi magia?
En otras palabras y para que me entiendas. Necesitas un objetivo que le dé sentido a la conducta de ordenar porque, cuando tienes este objetivo, tu cerebro es capaz de percibir la recompensa ya que, como imaginarás, acercarte a un objetivo que percibes como positivo es gratificante, tiene sentido y supone un beneficio en respuesta al esfuerzo.
Y no, ese objetivo no puede ser “sentirte mejor” porque, ai amiga, eso es una consecuencia, no un objetivo.
¿Y el triángulo?
El triángulo somos el caos, tú y yo, bebé.
Y a parte de nosotras, también tiene que ver con la tríada de la creación de hábitos. Ya sabes; señal, conducta, recompensa. Si no te has aprendido esa lección todavía, puedes encontrarla en mi artículo sobre hábitos
(si aquí hay un link es que el carrot del futuro aún no ha sacado el vídeo)
O puedes encontrarla en el vídeo referenciado en este artículo, que es cojonudo y hablo un poco más en profundidad del tema.

Cómo empezar: Por dónde arrancar para no fracasar como una pringada. (otra vez)

Lo primero, como ya te he dicho, es que tengas un objetivo.

Y te lo digo en serio, dedícate un rato a pensar en uno que realmente conecte contigo y con tus aspiraciones.

Este objetivo necesita una clave importante, por cierto:

-Necesita que tengas un entorno ordenado para poder cumplirse.

Tómalo, ¿has visto? ¿A que parece lógico? Pues hasta ahora no lo sabías, eso es que soy un gran profesor.

Antes de ponerte con eso, voy a invitarte a buscar algo que sea importante para ti, pero no central.

Quiero decir, no hace falta que tu objetivo sea “desarrollar un estilo de vida zen con el que alcanzar el nirvana y la iluminación”

Más bien tiene que ser algo beneficioso, pero que puedas reducir a un espacio pequeño, porque esta es una de las claves para tener éxito, empezar por algo que realmente puedas manejar y que te aporte un beneficio, pero que no sea un trabajazo de mantener ordenado.

Un escritorio en el que trabajes, por ejemplo, puede ser un buen lugar para empezar y tu objetivo, podría, no sé, ser algo así como “mantener un espacio de paz en el que poder concentrarme para perseguir mis metas” ¿ves por dónde voy? El truco está en permitirle al cerebro percibir un beneficio.

Cuando tengas el espacio y el objetivo elegidos, lo que tienes es básicamente un destino al que llegar y un camino que seguir.

Ahora tu cerebro ya sabe a dónde vamos y cómo llegar, solo necesita una señal que le indique que debe ponerse en marcha.

Y eso es lo que necesitas, una señal.

Mi recomendación personal es que, todos los días sobre la misma hora, te pongas una alarma que te indique el inicio de un pequeño ritual de limpieza que te permita mantener ese espacio completamente ordenado, en el punto justo donde tú lo quieres para perseguir tu objetivo de forma adecuada.

Por ejemplo, si has elegido un escritorio, esta señal podría ser una alarma que, 15 minutos antes de estudiar, te indica que debes recogerlo, ordenarlo adecuadamente y, no sé, encender una velita o poner un ambientador de vainilla que te ayude a sentirte en tu espacio divino.

Como es algo que haces un poquito todos los días, persigues una recompensa y tienes un objetivo claro, tu cerebro acabará asentando la conducta, como con los hábitos.

Pero en serio, empieza pequeñito

Yo sé que estás pensando “buah, esto lo aplico yo a mi trastero y va a salir cremón”

No, tía, relájate, aplícalo a algo pequeñito

“No no, Carrot, en serio, yo lo aplico a algo grande y me va a salir cojonudo”

Que no, cojones, que lo apliques a algo pequeño, empieza por la base

“Pero…”

Ni peros ni peras, pesada, en cuanto lo tengas agarrao con algo pequeño, tu cerebro aprenderá a extender ese sistema a otras zonas de la casa.

Date tiempo, petarda…que todo lo quieres rápido.

En fin, hazme el favor de recordarlo;

  • Paso 1: encuentra un objetivo que tenga, obligatoriamente, el orden como medio para conseguirlo.
  • Paso 2: elabora un ritual pequeño, asequible, fácil y diario que puedas realizar todos los días sobre la misma hora que te permita perseguir ese objetivo y percibir la recompensa emocional.
  • Paso 3: desarrolla o encuentra una señal que puedas asociar como indicador de que ese ritual del paso 2, debe dispararse.

Y ya está.

Joder y todo esto gratis. Aprovéchate ahora porque probablemente algún día lo meta todo en una membresía y me dedique a nadar en dinero.

Pero bueno, de esos planes hablo en mi newsletter.

BOOM, CURIOSIDAD ARRIBA.

Ojalá pudiera f*llarme a mi mismo y no sentirme solo. Soy un puto partidazo chaval, un jodido genio.

Te lo dejo por aquí:

Conclusión: El Orden es el Viaje, no el Destino

No te prometo un camino fácil, pero te aseguro que es un camino que vale la pena recorrer. Y recuerda, el orden es más que un espacio limpio; es la promesa de una mente clara, una vida equilibrada y un yo más feliz.

Y una mierda como un piano.

El orden es básicamente lo que te permite estar cómoda en tu entorno y ya. No es hasta que haces lo que te he dicho que vas a percibirlo como algo más que no sea simplemente tener las cosas en su sitio.

Y es que de eso va esto, de darle peso emocional a las cosas, de darle significado.

No me voy a poner a soltar un discurso sobre lo poco que eso se hace hoy en día porque, si, vivimos insulsamente siempre pegados a la pantallita, pero mira, me lo guardo para otro artículo.

Y ahora vete a disfrutar de la vida, cojones. Y a ordenar. Y si no te has suscrito a mi canal ya te vale, tía… Que pa ti es un click y a mí me ayudas si te quedas viendo los vídeos.

Qué coño a mi, hazlo por la humanidad, la gente me necesita y tú tienes el poder de hacerme llegar hasta la peña, que está la cosa muy mal como para dejar a grandes genios en el anonimato.

Abrazo de macho alfa

Te quiero a rabiar

Nos vemos por la vida.

Conclusión

No te prometo un camino fácil, pero te aseguro que es un camino que vale la pena recorrer. Y recuerda, el orden es más que un espacio limpio; es la promesa de una mente clara, una vida equilibrada y un yo más feliz.

Y una mierda como un piano.

El orden es básicamente lo que te permite estar cómoda en tu entorno y ya.

No es hasta que haces lo que te he dicho que vas a percibirlo como algo más que no sea simplemente tener las cosas en su sitio.

Y es que de eso va esto, de darle peso emocional a las cosas, de darle significado.

No me voy a poner a soltar un discurso sobre lo poco que eso se hace hoy en día porque, si, vivimos insulsamente siempre pegados a la pantallita, pero mira, me lo guardo para otro artículo.

Y ahora vete a disfrutar de la vida, cojones.

Y a ordenar. Y si no te has suscrito a mi canal ya te vale, tía…que pa ti es un click y a mi me ayudas si te quedas viendo los vídeos.

Qué coño a mi, hazlo por la humanidad, la gente me necesita y tú tienes el poder de hacerme llegar hasta la peña, que está la cosa muy mal como para dejar a grandes genios en el anonimato.
Abrazo de macho alfa
Te quiero a rabiar
Nos vemos por la vida.